Las instituciones educativas tenemos la responsabilidad democratizadora de posibilitar y fomentar el acceso de todos a la cultura escrita, ya que la lectura no es un privilegio de unos pocos, sino un derecho para todos y es desde este escenario que pensamos como necesario instalar espacios en el aula donde la literatura ocurra, donde la experiencia de intercambio de interpretaciones acerca de lo leído , la implicación personal en las historias de los personajes, la recreación de otros mundos y el goce estético, tengan lugar. Por ello, las prácticas de la Lectura de Literatura constituyen uno de los ejes vertebradores en el que se sustenta nuestro proyecto institucional.
Por todo lo expuesto estamos convencidos que como dice Graciela Montes en “La gran ocasión”
“ Leer vale la pena… Convertirse en lector vale la pena…
“La gran ocasión”
La literatura se enseña cuando se la lee, cuando se discuten opiniones y
pareceres sobre los sentidos de la obra, cuando se abren espacios de reflexión a partir de ella, cuando se entretejen diferentes miradas sobre los textos, cuando se habilita la propia palabra para la producción de textos de ficción o de ponderación sobre las obras leídas.